viernes, 30 de diciembre de 2011

propositos para el 2012


aprender a olvidarte. dejar de echarte de menos. no volver a dejar de sonrerir por tu culpa. no visitar nunca mas tu perfil de facebook. asumir que nunca podremos volver a estar juntos. dejar que seas feliz junto a ella. empezar a ser feliz junto a alguien que no seas tu. volverte a ver. dejar de pensar en ti. empezar a pensar en otro. volver a amar. autoconvencerme de que algun dia podre tener con alguien algo que se acerque aunque sea lo mas minimo a lo que tuve contigo. robarte un ultimo beso. pedirte explicaciones.
superar lo nuestro.
ser feliz.
sin ti.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Serendipiti


Que el nuestro era un amor de los de andar por casa; de noches de no dormir, de días enteros hablando y ratos de echar de menos; de ser más empalagosos que la leche condensada, pero sentirnos a gusto con tanta dulzura. De esos que siempre habías querido que llegaran, un amor que te hace sentir seguro, que te aleja de la tierra y que te acerca al cielo. Eso, un amor cómodo, de los de andar por casa. Como una noche de invierno enfrascado en tu pijama preferido, así, simplemente perfecto.
Un amor de esos que no se olvida fácil, por no decir que es imposible de olvidar; de los que siempre estarán presentes, durante el café de cada mañana, cada vez que suena esa canción aleatoriamente en tu ipod, cada vez que alguien dice su nombre, siempre que te pones a filosofar sobre la vida y el destino. Por que, ¿a caso éste existe? Si es así, sabes que jugará con nosotros hasta que se nos acaben los ases en la manga, hasta que no nos queden fichas de parchís o hasta que perdamos todo lo apostado al poker. ¿Que no nos quiere juntos? Te propongo romper las reglas, saltémonos las leyes del sino. Porque nadie puede explicar un amor como el nuestro, arriesguemos. Apostemos. Por nosotros.
El juego no acaba hasta que uno se rinde, pierde o gana.

Hermanas. Te quiero Andri


Te apoya. Te escucha. Se preocupa por ti, y deja que te preocupes por ella. Tenéis miles de momentos juntas, compartiendo risas, compartiendo secretos; habéis llorado juntas, habéis estado ahí cuando la otra lo ha necesitado, y viceversa. Compartis ropa. Habéis ido juntas de vacaciones a la playa, a la montaña, de fiesta o simplemente a hacer la compra al Mercadona. Os habéis comprado maquillaje juntas, la habéis cagado con el autobronceador, y con los cortes de pelo, y con las mechas, pero mereció la pena solo por las risas que os echasteis. Muchas veces os habéis peleado, hasta el punto de retiraros la palabra por un tiempo. Pero lo habéis solucionado, y os dais cuenta de que todas las broncas se quedan pequeñas al lado de lo que habéis vivido juntas. Por que os queréis, y mucho. Pero sobre todo, ¿sabéis por qué?




Por que el destino os hizo amigas, pero el corazón os hizo hermanas.









Deseos de cosas imposibles

Y es que vivimos tantas cosas en tan poco tiempo, que es difícil recordar qué era lo que daba sentido a mi vida antes de que tú comenzaras a formar parte de ella.
Y dime, ¿qué hago ahora sin ti? Me pregunto qué es lo que harás tú sin mi. Pareces feliz; quizá solo lo pareces, o a lo mejor realmente lo eres. Cuéntame tu secreto.
Solíamos prometernos muchas cosas, ¿te acuerdas? Sigo guardando aquel cuaderno en el que íbamos apuntando todas. Algunas de ellas van seguidas de un tick que indica que las hicimos, pero la mayoría nos quedan pendientes. Me pregunto si algún día las cumpliremos, o si tu ya las estas cumpliendo con otra. ¿Significa eso que piensas en mi mientras estas con ella? Nadie lo sabe, solo tú. Y si es así, lo siento por ti, ojalá pudieras olvidarme, y ojalá pudiera olvidarte yo a ti también. Y si no es así, entonces lo siento por mi, siento seguir siendo aquella idiota que todavía sonríe al recordarte, mientras tú le sonríes a otra.

Brindemos por ti y por mi, Sweety



Brindemos por estos 6 días que quedan de 2011. Brindemos por esos nuevos amigos que hemos hecho, por aquellos que se han quedado otro año más a nuestro lado, y por aquellos que estaban ausentes de nuestras vidas y hemos recuperado. También por aquellos que hemos perdido, o de los que nos hemos alejado, porque a pesar de ello los buenos momentos permanecerán congelados en nuestras mentes para siempre. Por nuestra familia, por todas las broncas que hemos tenido pero luego hemos solucionado. Por las alegrías, y las penas, por aquellos que se han ido y aquellos bebitos que han llegado al mundo. Por las sonrisas regaladas y recibidas, por los piques, por los abrazos, por todos y cada uno de los "te amo" que han salido de nuestras bocas o que nos han tocado el corazón, y por aquellos que por miedo no nos atrevimos a decir. Brindemos por los amores de verano. Por la bendita adolescencia, por los ratos con amigas, las locuras, las fiestas, las miradas cómplices que lo dicen todo. Por el primer amor. Brindemos por los novios, los líos, los rollos, los friends with benefits de este año, cada uno de ellos nos ha hecho un poco más grandes. Por lo que hemos aprendido y lo que no hemos querido aprender, por tropezarnos dos mil veces con la misma piedra, por dar un paso hacia delante y veinticinco para atrás. Porque hoy duele, pero mañana, o pasado, o dentro de seis meses será un simple recuerdo. Brindemos por aquellas personas que mientras siga doliendo van a estar ahí para apoyarnos, porque esas son a las que deberías atarte con esposas y no dejarlas marchar nunca de tu vida. Brindemos por todas y cada una de as lágrimas que hemos dejado caer, nos han hecho más fuertes. Por los pequeños placeres que nos hacen felices, todo ese chocolate que suma kilos pero resta penas. Brindemos porque el número 11 da suerte, y era de esperar que este fuera el año más increíble de nuestras vidas hasta el momento. Brindemos por los 361 días que nos quedan para el fin del mundo, porque disfrutaremos de todos ellos, que la vida son dos días, y vamos a vivirla como si cada día fuese el último. Brindemos, porque pensamos acabar el 2011 con la misma sonrisa con la que empezará el 2012. Adiós 2011, bienvenido 2012.Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo :)



Siempre es un sí que no acaba nunca.



Había olvidado lo mucho que me gustaba el regaliz, el café de por las mañanas, leer Harry Potter antes de irme a la cama, ver la tele los Jueves por la noche. Ya casi no recordaba lo que era pasear por Madrid en invierno, sintiendo el frío en mis desabrigadas piernas, mirarme en los escaparates, y ver mi nariz roja como la de un reno, y que me entre la risa. Se me había olvidado lo mucho que me emocionaba ver caer la primera nevada del año a través de las ventanas de clase, y volver de natación viendo brillar en la oscuridad de la noche las luces de una temprana Navidad a principios de Noviembre. Casi olvido lo mucho que me gusta el invierno, y sus fiestas, y sus risas, y la gélida felicidad que este lleva consigo todos los años.
Ya que a ti te puedo dar por perdido, recuperemos esos viejos hábitos que solían hacerme feliz antes de que entraras en mi vida.